Supone un verdadero orgullo haber trabajado junto a D. Fernando Pahissa como arquitecto técnico, del que pudimos contagiarnos de su capacidad de trabajo y sus inabarcables conocimientos, así como con d. Bernardo Beltrán, arquitecto director, en una intervención de restauración y rehabilitación que consideramos modélica. El edificio hoy luce con todo el esplendor que pudo tener en el año de su construcción.